El Halloween. Lo Bueno, lo Malo y lo Feo

Ahora que ya entramos en octubre podemos hablar de un tema que en lo personal me encanta y al mismo tiempo en ciertos aspectos aborrezco: El Halloween. Se ve por todos lados, los almacenes se atiborran de artículos relacionados con el tema, empiezan a llegar invitaciones a las fiestas, la publicidad con lo último en disfraces, las películas de miedo en los cines… en fin, ustedes me entienden. Hay cosas que me parecen fabulosas de este día y hay otras que me parecen escalofriantes (favor utilizar el término de manera figurativa), porque no es que me refiera al miedo en sí (o a los espíritus chocarreros), sino al escalofrío que me produce lo que esta celebración logra generar en nuestra sociedad actual (sí ya sueno a mamá porque soy mamá). Ya entenderán a lo que me refiero, tengan paciencia.

Pues bien. Sin más preámbulos aquí expondré lo bueno, lo malo y lo feo que tiene esta fecha. De pronto, usted se sienta identificado o aludido y me pueda dar su opinión al respecto. Me encantaría leer comentarios.

Lo bueno:
– Disfrazarse. Ya sea en su casa, en la fiesta, o los niños en el colegio o en el trick-or-treat, como sea. Para los adultos es una ocasión para volver a ser niños aunque sea por un día. Y para los niños ni se diga. Es hacer sus fantasías realidad.
– La sana diversión. Me encantan las fiestas de disfraces, el poder reírse un rato y ver la originalidad que tienen muchos a la hora de celebrar esta fecha. Hacer una fiesta para grandes y/o chicos y hasta para las mascotas es supremamente divertido. También lo es ir con los niños a hacer trick-or-treat o en nuestro idioma “tricky tricky Halloween”, pedir dulces, dar dulces… me parece algo genial porque para ellos es como un free pass de atiborrarse se azúcar y golosinas prohibidas. Una vez al año no hace daño. (papás no sean hipócritas que ustedes así sea una vez al año se emborrachan o hacen algo prohibido así que no sean tan duros con sus hijos y déjenlos que se coman sus dulces).
– La decoración. Desde las calabazas hasta los esqueletos y fantasmitas en las puertas. Los colores del otoño son absolutamente preciosos. Aquí también hay quienes se gastan un dineral decorando sus casas pero vale la pena porque es como cambiar de ambiente y no dejar que el fin del verano sea sinónimo de depresión sino de seguir la fiesta.

Lo malo
– Los verdaderos malvados. Hay gente mala en el mundo. De eso no me cabe la menor duda. Y muchos de estos personajes se aprovechan de esta ocasión para hacer cosas inadmisibles como robar, secuestrar niños, y muchas otras canalladas sin nombre ni perdón.
– Los que se ofenden. No tanto porque se ofendan, cualquiera puede estar en desacuerdo con lo que quiera. Pero me refiero a los que se empeñan en cambiar a los demás para que piensen y actúen como ellos. Yo respeto o trato de respetar a todo el mundo con sus costumbres y creencias. Pero me fastidia cuando otros no hacen lo mismo conmigo. Déjenme celebrar lo que yo quiera y como quiera, creer en lo que yo quiera, no me intenten convencer de que la fecha es algo malo etc… si es lo que creen listo. Yo lo respeto y no los invitaré a mi fiesta. Pero tampoco me la dañen. Porque para mi lo negativo o lo positivo en cualquier aspecto lo pone uno mismo.
– Los precios de los disfraces. No hay derecho que por un pedazo de trapo le cobren a uno 40 dólares! Pero bueno la solución es hacer costume swap con sus amigos.

Lo Feo
– Los disfraces de table dance. Reconozco que hay muchas a las que estos disfraces se les ven bien. Pero me parece que últimamente las mujeres piensan que entre más (agregar beeeeep) mejor. Parece que el lema de Halloween fuese “saque la (agregar beeeep) que lleva adentro”. Y a veces es bochornoso. La próxima vez piénselo bien porque en Halloween hay una delgada línea entre lo sexy y lo grotesco. No hay nada malo en ser sexy, en mostrar lo que se tiene si es que lo tiene, pero hágalo con dignidad y con juicio, hay miles de maneras de hacerlo y muchos disfraces sexy y de altura. No cruce esa delgada línea. Hay cosas que se ven muy sexy en la modelo de la revista, pero ojo cuando usted se lo ponga y vea que no se ve igual.
– Los borrachos exagerados. Todo tiene un límite. Es cierto que esta fecha se presta para que muchos se tomen sus traguitos y es divertido (ojo no me lo tomen a mal no estoy promocionando el uso alcohol), pero hay borrachitos divertidos en Halloween y también los que se pasan y se vuelven molestos y terminan aguando la fiesta. Y no falta el que sale a manejar borracho y acaba en una cárcel por DUI disfrazado de payaso, o peor aún hiriendo a alguien. Pero mis consejos para el Halloween (y hablar sobre el DUI) vendrán en otros posts.

Quiero leer opiniones! Anímense!!! Escríbanme!!! ¿qué les gusta o disgusta de esta celebración?